En la clase de infantil de 3 y 4 años hemos llevado a cabo
una experiencia casi mágica: ¡un taller de motricidad fina con luz negra!
Una propuesta sensorial diseñada para estimular el
desarrollo motor de los peques mientras disfrutan, descubren y experimentan con
la luz.
Para ello bajamos las persianas, creamos tres estaciones de
trabajo, colocamos unos focos de luz negra, apagamos las luces…y la clase se
transformó en un espacio lleno de brillo y color. Utilizamos materiales
fluorescentes como pintura, cuerdas, pompones, gomitas y pintura, todo para
dejar volar la imaginación a la vez que trabajaban las manos.
Con esto además conseguimos un clima de asombro, curiosidad
y concentración que les ha encantado.
¡Una experiencia llena de luz, color y creatividad que
esperamos poder repetir!
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